ByteDance, empresa matriz de TikTok, ha reducido el número de empleados con los que contaba en su división gaming en lo que parece ser un paso atrás en su intención de diversificar sus fuentes de ingresos a través de este segmento.
Así lo evidencia un informe de South China Morning Post y que ha compartido GamesIndustry en el que se muestra como la empresa ha despedido a cientos de empleados de sus dos estudios de juegos: cerró definitivamente 101 Studio el pasado mes de junio y redujo el personal con el que contaba en Wushuang Studio de Shanghái.
Igualmente, la matriz de TikTok eliminó los trabajos de desarrollo de Jianang Studio en Hangzhou, aunque no trascendió si los trabajadores que se encargaban de realizar dicha labor se vieron afectados de la misma manera que los de Wushuang.
Por otro lado, si bien la entidad mantendrá operativo el departamento de juegos de Shanghái, este se centrará a partir de ahora en dar apoyo al resto de secciones que trabajan con los videojuegos que ya se han lanzado al mercado.
Los informes relacionados con los despidos se produjeron más de tres meses después de que TikTok comenzara a invertir en el sector de los videojuegos, los probara en audiencias jóvenes en Vietnam y colocara minijuegos en la propia aplicación en un esfuerzo por diversificar sus fuentes de ingresos.
El pasado mes de febrero, ByteDance lanzó un sitio web independiente para su estudio de juegos insignia Nuverse, que ya tiene varios juegos en su cartera, incluido One Piece: Blood Routes.
Sin embargo, y a pesar de la fuerte inversión que ha efectuado la empresa asiática, los problemas derivados de la censura y el control que el gobierno chino impone sobre la industria del videojuego ha terminado forzando a ByteDance a despedir personal y realizar traslados.
El monitoreo llega a tal punto, que afecta a aspectos esenciales como la trama del propio videojuego o la vestimenta de los personajes. Un ejemplo de ello lo tenemos en Genshin Impact, donde se modificaron diferentes elementos para evitar que no se “ofendiera a la cultura del país”.
Para finalizar, debemos señalar que dicha censura incluso ha reducido el número de licencias de juego, lo que está provocando una gran incertidumbre y preocupación entre los desarrolladores chinos, cuyos proyectos podrían acabar no viendo la luz.
